La siniestra reputación de los jíbaros ya era temida por los incas. Hacia el año 1450, el ejercito de Tupac Yupanqui ataca una provincia situada en la actual frontera entre Perú y Ecuador, al norte del rió Marañon. Sus soldados sienten una violenta repulsión hacia aquellos indios de la selva: no solo son feroces guerreros, sino que decapitan a los enemigos vencidos y reducen sus cabezas hasta que quedan más pequeñas que sus puños. Los incas terminan por ganar la guerra, pero no logran someter completamente a los jíbaros, que se refugian en la densa selva de América del Sur.
El mejor guerrero es aquel que mata más enemigos. De cada victoria conserva un testimonio: una cabeza cortada y luego reducida. Esta costumbre no tiene por único objeto hacer alarde durante las fiestas tradicionales. Pretende, además, que el espíritu del muerto no vuelva para vengarse del asesino.Por ello, el guerrero que mata a un enemigo debe llevar a cabo un complejo ritual que tiene por objeto encerrar el alma del muerto en su propia cabeza, cuidadosamente reducida, llamada tsantsa.A partir del siglo XIX los jíbaros comenzaron a intercambiar las cabezas reducidas por objetos y armas. Los traficantes revendieron los trofeos en Europa, donde se convirtieron en curiosidades buscadas por los coleccionistas y los museos.Hoy en día, las comunidades de jíbaros, que nunca han sido totalmente pacificadas por los blancos, entablan guerras periódicamente y siguen haciendo tsatsas, a pesar de las severas leyes ecuatorianas y peruanas sobre esta materia.
La Fabricación de los Tsatsas
La Fabricación de los Tsatsas
Lo primero es desollar la cabeza. Para eso, el guerrero jíbaro practica una incisión vertical encima de la nuca y luego separa el cuero cabelludo el cráneo.En seguida hierve la piel para que el pelo no se desprenda. El preparador espera ha que se halla reducido a la mitad, la saca del agua y la pone a secar. El siguiente paso consiste en raspar cuidadosamente la superficie interior de la dermis y coser los parpados y la incisión inicial para que no quede ninguna abertura a excepción del cuello y de la boca.Sin embargo, la cabeza es aun demasiado grande. El preparador introduce por el cuello unas piedras calientes para que la cabeza no se deforme a medida que la piel se contrae.Después se quema el vello del rostro y se amarra el cuello antes de introducir arena caliente por la boca, ultimo paso en la reducción de la cabeza. La arena, una vez fría, es vaciada, la piel teñida de negro y los labios cosidos. El tsatsa ya no es más grande que el puño. Toda la operación dura seis días.
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