Tutankamón

Tutankamón aterriza en Europa. Una gran exposicion en Londres permite ver de cerca el fastuoso tesoro y renueva la fascinacion
por este faraón lleno de misterios.
El suyo fue un reinado breve, pero el inigualable legado conservado en su tumba nos transporta al epicentro de la dinastía XVIII, la mas legendaria de todas las que gobernaron Egipto.

Cuando Tutankamón vino al mundo (en el año 1336 a.C.), el reinado de Akenatón y de Nefertiti se hallaba en su apogeo. Era el año 8 de una monarquía en la que Akenatón sustituyó a todos los dioses tradicionales por un monoteísmo basado en el culto a Atón, representado por el disco solar.

Hijo de Akenatón y de Kiya, una de sus concubinas, en sus primeros años Tutankamón aun no llevaba ese nombre; su nombre oficial era Tutankatón.El nombre de Tutankamón apareció por primera vez oficialmente en una estela de largo texto, llamada Estela de la Restauración, en la que también se anunciaba con toda solemnidad el retorno al anterior orden religioso: “Cuando su majestad fue coronado rey, los templos y los edificios de los dioses y diosas, desde la isla de Elefantina hasta los pantanos del bajo Egipto, estaban en ruinas. Todo lo que había existido estaba destruido”. A continuación la estela relataba los esfuerzos de Tutankamón para congraciarse con los antiguos dioses y concluía que, gracias a ellos “ahora los dioses y diosas de esta tierra disfrutan en sus corazones, los señores de los templos están alegres, las provincias gozan y la exultación penetra toda la tierra porque el bien ha regresado”. El texto culmina señalando a Tutankamón con el titulo de “el rey que ha vuelto a fundar a Egipto”Los escasos datos de que se disponen hacen pensar que el común de las gentes de Egipto no vieron sus vidas sensiblemente alteradas en ese tiempo de conflictos religiosos, y se mantuvieron mas bien ajenas a manejos que apenas tenían trascendencia mas allá de las altas esferas.

Cuando Tutankamón fue situado en el trono con apenas 8 o 9 años, se decidió que la mejor esposa para el era la primera hija viva de Nefertiti. Era mayor que el, posiblemente tenia unos 14 o 15 años. Este matrimonio entre hermanastros se considero favorable, porque respondía al principio de que la madre transmitía hereditariamente la realeza. Las consecuencias genéticas de este parentesco han quedado demostradas por el hallazgo de dos pequeñas momias en la tumba de Tutankamón, cuidadosamente embalsamadas junto a el. Se trata de dos niñas nacidas prematuramente que murieron a los pocos meses de edad. Cuando un equipo de la Universidad de Liverpool analizo a la niña mayor con rayos x, descubrieron que tenía espina bífida, escoliosis y una deformidad en el hombro que, de haber sobrevivido, le habría causado una tremenda disminución de sus facultades físicas.

A los 18 años Tutankamón estaba empezando a cogerle el gusto a su tarea de gobernar. Tomaba iniciativas propias en los asuntos del reino e intervenía en los complicados entramados internacionales de la época. Hay pruebas de que supo mantener un equilibrio diplomático con las diferentes potencias orientales. Lo mismo sucedía con la religión. El faraón contento a los sacerdotes y ello le permitió instaurar una paz religiosa que le facilito la tolerancia.Estos avances propiciados por la madurez del joven rey quedaron truncados a sus 19 años, hacia el 1327 a.C., cuando el faraón murió de forma inesperada, quizás a causa de un accidente.Con Tutakamón, una época acabo de forma prematura, el periodo de Amarna, que resulta aun hoy apasionante por sus enigmas sin resolver.